Agricultura
Con el objetivo de mantener la productividad y el alto rendimiento de los terrenos, es necesario realizar con cierta frecuencia una prueba de suelo en el campo. Durante estas pruebas, se toman muestras de tierra y se realizan análisis mecánicos, químicos, agroquímicos, mineralógicos, toxicológicos y microbiológicos para evaluar su fertilidad y contaminación. El pH también es importante para la eficiencia del cultivo, si existe alguna alteración es muy recomendable realizar la prueba correspondiente y corregirlo a tiempo. Gracias a Crop Monitoring y su herramienta de zonificación se puede ahorrar tiempo y dinero, realizando una prueba de suelo sólo en zonas específicas y no en todo el campo.
El suelo es un sistema complejo de interacciones entre procesos químicos, biológicos y físicos. Estas interacciones deben estar bien equilibradas para permitir el crecimiento y obtener alto rendimiento de las plantas cultivadas.
La productividad y rendimiento de los cultivos en gran parte depende de los componentes nutricionales del suelo. La nutrición mineral lógica y fundamentada es la base de un alto rendimiento. Los agricultores a menudo determinan visualmente la necesidad de fertilizantes. Este método obviamente no es el más fiable, ya que las señales externas pueden resultar confusas e, incluso, un especialista muy experimentado puede fácilmente cometer un error. La ausencia o exceso de alguno de los elementos esenciales puede bloquear el flujo de otros elementos vitales.
Cuando existe insuficiencia de nutrición mineral, el coste de la producción aumenta de modo significativo, mientras la productividad y rentabilidad de la empresa se reducen. Algunas plantas son muy sensibles a condiciones climatológicas adversas. Si añadimos a esto una mala calidad del suelo, poca absorción de elementos minerales o salinidad y/o agotamiento de este, podemos obtener gran cantidad de enfermedades, lucha contra las cuáles podría no dar resultados positivos. El mejor planteamiento es evitar en la medida de lo posible o minimizar posibles costes extra. Con este objetivo se realiza una prueba del suelo y sus componentes.
Una prueba de suelo incluye el estudio de las siguientes características:
El tipo de prueba de suelo depende del resultado deseado. En otros términos, cada análisis se realiza con el objetivo de identificar ciertos parámetros que puedan afectar de forma negativa o positiva al crecimiento de plantas.
Se obtienen los siguientes datos en el marco de una prueba química:
A partir del estudio químico del suelo y la comparación de datos con las concentraciones máximas permisibles (CMP) para cada indicador, se extrae una conclusión sobre el nivel de contaminación química (limpio, permisible, moderadamente peligroso, peligroso, extremadamente peligroso).
Sirve para determinar el nivel de concentración de varios productos químicos que pueden afectar a los cultivos agrícolas, plantaciones de jardines y el estado de salud de los animales de granja.
Con la ayuda de esta prueba, se pueden obtener datos sobre el contenido de minerales primarios y secundarios que constituyen la mayor parte de la Tierra (90-97%).
Esta prueba de suelo se utiliza para detectar el contenido de sustancias nocivas, tales como arsénico, plomo, mercurio, productos derivados del petróleo, etc.
Este tipo de prueba tiene la capacidad de mostrar la cantidad de microorganismos que habitan el suelo: bacterias, hongos, algas, protozoos. Después de definir su densidad por gramo de suelo seco, podemos determinar la actividad biológica, el contenido y la presencia de microorganismos patógenos que pueden causar distintas enfermedades en las plantas.
Una plataforma de monitorización de campos, que aprovecha las imágenes de satélite de alta resolución para identificar y reaccionar a cualquier cambio de forma remota.
La evaluación del pH del suelo, agua y soluciones nutritivas para la hidroponía es uno de los aspectos más importantes de la jardinería y el cultivo de plantas. El crecimiento saludable de las plantas depende de una combinación adecuada en un entorno ideal. El equilibrio del pH del suelo o del agua contribuye a un desarrollo armonioso de las plantas y los valores bajos causan enfermedades o, incluso, la muerte de los cultivos.
El pH es el potencial del hidrógeno, determinado por la proporción cuantitativa de iones H+ y OH- en agua y refleja el grado de acidez o alcalinidad del medio ambiente. La escala de valores del pH varía de 0 a 14. Los niveles altos de pH indican suelo alcalino, mientras que los niveles bajos indican acidez del suelo. 7.0 se considera un parámetro de pH neutro.
El pH a menudo puede definirse por su color. Un suelo con un tono verde es normalmente más alcalino, mientras que otro con un tono amarillo o naranja es generalmente más ácido. Sin embargo, el color solo nos indica valores aproximados de pH. Se puede medir el pH con mayor precisión con un pH-metro, un dispositivo diseñado específicamente para realizar una prueba de suelo.
El valor del pH determina en qué grado la planta absorbe los nutrientes. De hecho, el pH afecta en gran medida a las propiedades agroquímicas de los suelos y, por tanto, influye en los procesos de crecimiento y desarrollo de las plantas allí cultivadas. La desviación de los valores óptimos de pH en cualquier dirección es perjudicial para las plantas. Por supuesto, los suelos ácidos serán más peligrosos que los alcalinos. Sin embargo, los suelos muy alcalinos tampoco contribuyen al desarrollo normal y la productividad de la mayor parte de los cultivos.
Para lograr un alto rendimiento del suelo es necesario cambiar el valor del pH del suelo a uno neutro. Los agricultores y jardineros llaman este proceso desoxidación. Para ello se puede utilizar polvos de cal, tiza, ceniza o dolomita. Las plantas de abono verde también actúan como buenos desoxidantes. Puede utilizar altramuz, alfalfa, phacelias, avena, centeno o legumbres. Mantener el pH óptimo del suelo no solo es cuestión de ahorrar en fertilizantes, también de aumentar la productividad del cultivo.
Es posible llevar a cabo muestreos en casi cualquier época del año, ya que los suelos agotados, secos o congelados no afectan a los resultados finales del análisis. En general, se recomienda realizar una prueba de suelo poco antes del proceso de siembra. En este caso se podrá aplicar los fertilizantes que sean necesarios, obteniendo así mayor rendimiento. No es recomendable hacer una prueba inmediatamente después de la aplicación de fertilizantes u otros procedimientos químicos. Las pruebas pueden ser llevadas a cabo uno o dos meses después de la realización de dichos procedimientos.
¿Con qué frecuencia se debe realizar una prueba de suelo? Los procesos químicos son continuos. Es aconsejable realizar un análisis agroquímico en todo tipo de tierras agrícolas anualmente. Además, una prueba completa es más precisa cuando se realiza después de la cosecha, con una prueba de control en primavera.
En una industria global competitiva es importante contar con datos precisos y específicos para garantizar condiciones óptimas para el cultivo, a la vez que se minimiza el impacto medioambiental y los costes agrícolas. La evaluación más objetiva de la textura y fertilidad del suelo solo se obtiene mediante pruebas profesionales regulares. Los procedimientos de prueba de suelo deben realizarse cada 3-5 años para obtener una imagen completa de su fertilidad.
La elección de un laboratorio para una prueba de suelo tiene que basarse en sus instalaciones y la gama de reactivos, así como la disponibilidad de especialistas calificados. El laboratorio debe tener todo lo imprescindible para el análisis que se necesita. Por ejemplo, se requieren análisis químicos, radiológicos y microbiológicos para una prueba de suelo de jardines. Una prueba de suelo para la agricultura requiere un análisis de pesticidas y agroquímicos. Y en una prueba de suelo para la construcción deben incluir informes toxicológicos de este.
Se puede solicitar una prueba de suelo en un laboratorio local o uno internacional. Hoy en día, hay una amplia selección disponible. La única ventaja de un laboratorio local es que sus expertos tienen un conocimiento preciso de los suelos locales.
Si se encuentra en Estados Unidos, puede encontrar rápidamente un laboratorio de pruebas en cada estado.
Los clientes europeos también tienen una amplia selección de laboratorios que realizan pruebas de suelo.
Crop Monitoring ofrece la oportunidad de determinar la condición del campo con ayuda de la herramienta zonificación, que identifica y resalta de forma remota las áreas problemáticas. Crop Monitoring permite realizar una prueba de suelo solo en las áreas necesarias, lo que supone un ahorro significativo de tiempo y dinero en la inspección del campo entero.
La agricultura intensiva maximiza el rendimiento y el beneficio que se puede obtener de la explotación, pero, al mismo tiempo, perjudica gravemente al ecosistema, empobreciendo la tierra y necesitando grandes cantidades de productos químicos.
Los cultivos de cobertura mejoran la calidad del suelo, previniendo la erosión y controlando el nivel de nitrógenos. Esta práctica es efectiva en la rotación de cultivos, siembra directa y agricultura ecológica.
El monocultivo, si bien útil económicamente en ciertas condiciones, es una técnica que tiene consecuencias negativas a largo plazo en el suelo y el medio ambiente.
El acuerdo alcanzado por EOSDA y AgroXchange para colaborar potenciará el uso de tecnología satelital y técnicas de agricultura de precisión en las explotaciones agrícolas en Nigeria.
El método de siembra directa busca eliminar los efectos negativos de la siembra tradicional en el suelo, y ello pasa por tratar de alterar lo mínimo posible este elemento.
El manejo integrado de plagas y sus distintas estrategias no solo ayudan a eliminar posibles amenazas, también protegen el rendimiento y salud de su campo.
EOS.com uses cookies which are necessary for this site to operate properly, and some of which are used for improving your experience with us. You can click “I accept” to accept all cookies, and you can review the cookies used in our Privacy Policy here.