Extracciones De Gas Más Seguras En Australia
Australia alberga vastas reservas de gas no convencional, incluido el gas de veta de carbón (CSG), que se ha extraído a un ritmo creciente en los últimos años. Sin embargo, este método de extracción de gas ha sido relacionado con múltiples consecuencias negativas, la más importante de ellas el hundimiento del suelo en los campos de cultivo, que causa importantes daños a las tierras agrícolas de todo el país. El problema es especialmente grave en Queensland, donde más de 20 millones de hectáreas de tierras de cultivo corren el riesgo de hundimiento debido a la extracción de gas de veta de carbón.
Como parte de nuestra visión de utilizar la tecnología espacial para preservar la vida en la Tierra, seguimos mostrando más historias con impacto positivo. En esta historia, iremos de la mano de Zena Ronnfeldt, una agricultora australiana cuyo campo está situado junto a una mina de gas de veta de carbón, y exploraremos su empeño en promover cambios a escala nacional para abordar este problema.
La Floreciente Producción Australiana De Gas De Veta De Carbón
La producción de gas de veta de carbón es una industria en rápido crecimiento en Australia. Dos de las principales cuencas de CSG, Bowen y Surat, están situadas en Queensland y la producción de gas de allí comenzó en 1996 y 2005, respectivamente. La producción fue el resultado de la reducción de la producción de gas convencional de los yacimientos existentes y coincidió con una política del gobierno de Queensland que exigía que el 13 por ciento de la electricidad procediera del gas en 2005 . Dicho requisito aumentó al 15% en 2010 y al 18% en 2020 .
El proceso de extracción de gas consiste en explotar las vetas de carbón (capas de carbón incrustadas en la tierra) con el objetivo de extraer el gas metano atrapado en su interior. Este gas es un subproducto de la formación del carbón, puro y no tóxico, lo que lo convierte en un recurso energético comercialmente atractivo.
En primer lugar, se perfora un pozo en la veta de carbón. A continuación, se extrae agua de los acuíferos subterráneos que contienen el gas para reducir la presión dentro de la veta y permitir la captura del gas. Esta agua extraída se conoce como agua producida y tiene un alto contenido salino, así como otros componentes químicos. Una vez eliminada el agua, el gas puede extraerse y procesarse para su uso .
Impacto Medioambiental De La Extracción De Gas De Veta De Carbón
Aunque la producción de CSG contribuye de forma significativa al suministro energético de Australia, también conlleva una serie de consecuencias negativas para el medioambiente.
La extracción de CSG suele implicar el uso de la fracturación hidráulica (conocida comúnmente como “fracking”), un proceso de inyección de una combinación de agua, arena y sustancias químicas en la veta de carbón que puede provocar la contaminación de las aguas subterráneas con sustancias químicas peligrosas. Concretamente, en Queensland (Australia), se registró la aparición de burbujas de gas en el río Condamine, que podrían estar relacionadas con las actividades mineras cercanas de gas de veta de carbón .
Un estudio de 2017 concluyó que la contaminación atmosférica provocada por la minería CSG podría suponer una amenaza significativa para la salud pública, sobre todo en términos de enfermedades respiratorias. También contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, tanto por la liberación directa de metano durante la extracción como por la combustión del gas para producir energía.
En Australia, los proyectos de gas de veta de carbón suelen requerir la tala de grandes extensiones de tierra, lo que puede alterar los ecosistemas locales, amenazar la vida salvaje y provocar la destrucción del hábitat y la pérdida de biodiversidad.
Por último, pero no por ello menos importante, el proceso de extracción requiere una red de pozos de producción, tuberías y carreteras de acceso, que pueden alterar significativamente el paisaje y los usos del suelo existentes, predominantemente la agricultura. En 2016, se preveía que el número de pozos de producción alcanzaría los 20.000 en 2030 en la cuenca Surat, al este de Australia y en la cuenca Bowen, al sur .
Se ha demostrado que la extracción de grandes volúmenes de agua subterránea durante el proceso de producción de gas provoca un descenso de la superficie del suelo . Esto altera los patrones naturales de drenaje del paisaje y provoca un aumento de las inundaciones y anegamientos, lo que puede degradar aún más la calidad del suelo y reducir la productividad agrícola .
Un análisis de las pérdidas de ingresos vinculadas a pozos individuales reveló que, en 2016, la pérdida media de ingresos en los cultivos osciló entre 7.500 y 16.000 dólares por pozo de producción de CSG .
El Panorama Legislativo De La Industria Australiana Del Gas De Veta De Carbón
Entonces, ¿cómo es posible equilibrar los beneficios económicos de la extracción de recursos con la necesidad de proteger el medioambiente y la productividad agrícola?
En Australia, la regulación de la extracción de gas de veta de carbón es principalmente responsabilidad de los gobiernos estatales, pero el gobierno federal también desempeña un papel. La ley Environment Protection and Biodiversity Conservation (EPBC), firmada en 1999, regula indirectamente la explotación de gas de veta de carbón en terrenos agrícolas o cerca de ellos si es probable que la actividad tenga un impacto significativo en un asunto considerado de importancia medioambiental nacional .
En Queensland, la comisión Gasfields Commission desempeña un papel crucial en la gestión de la coexistencia entre la industria del gas de veta de carbón y la agricultura. El papel de la comisión incluye asesorar al gobierno sobre cuestiones emergentes, realizar investigaciones y facilitar la comunicación entre los propietarios de tierras, las comunidades y la industria del CSG .
El gobierno australiano ha establecido un enfoque de gestión adaptativa para mitigar los riesgos medioambientales asociados a los proyectos de CSG. Este enfoque consiste en controlar el impacto medioambiental y realizar cambios si dicho impacto supera un umbral determinado.
Por ejemplo, los proyectos de CSG suelen tener condiciones que limitan el descenso del nivel de las aguas subterráneas. Si las aguas subterráneas alcanzan un determinado nivel en ese límite, la empresa debe investigar la causa y tomar medidas para detener el descenso .
A pesar de las medidas reguladoras, sigue preocupando la idoneidad de las leyes y normas actuales que regulan la industria del gas de veta de carbón. Cada vez es más necesario actualizar las leyes y normas nacionales que regulan estas industrias, debido al impacto pronunciado y acumulado sobre las comunidades australianas, la industria agrícola, la calidad del aire y del agua, y el medioambiente.
La Lucha De Los Agricultores Por Una Compensación Justa
Las diversas medidas reguladoras de Australia están diseñadas para salvaguardar los intereses de los agricultores. Según el marco normativo del gobierno de Queensland, las empresas de extracción de gas de veta de carbón están obligadas a indemnizar a los propietarios de tierras cuando se demuestre que las actividades mineras han causado un impacto negativo en ellas. Esto se aplica independientemente de que exista un acuerdo previo o de que haya infraestructuras de gas en la propiedad de un terrateniente o debajo de ella .
Sin embargo, los propietarios tienen una capacidad limitada para reclamar indemnizaciones y el proceso correspondiente no está claro, porque es difícil predecir con exactitud los daños y cuándo se producirán. Así que, en lugar de decidir de antemano la cuantía de la indemnización, a menudo se calcula a medida que se producen los daños.
Dio miedo descubrir que el Gobierno sólo regulaba los asuntos medioambientales regionales y no había hecho que la minería CSG recogiera ningún dato adecuado para controlar su impacto en la agricultura.
La ley actual, the Mineral and Energy Resources (Common Provisions) Act 2014, solo permite indemnizar a los propietarios de tierras si los daños se producen dentro de la zona en la que se permite la explotación de gas de veta de carbón. Esto significa que si los daños se producen fuera de esa zona, los propietarios no pueden reclamar ninguna indemnización.
En el caso de que un agricultor cultive en una llanura aluvial o haya nivelado sus tierras para mejorar el riego y el terreno se hunda debido a la extracción de gas de veta de carbón, las autoridades coinciden en sus últimos informes en que esto podría causar problemas graves y permanentes . Pero demostrar que estos daños han sido causados por la extracción de gas de veta de carbón dentro de la zona permitida puede ser un proceso complicado y costoso que requiera el asesoramiento de expertos y que posiblemente dé lugar a disputas legales que llevan años resolverse.
Desde el verano de 2023, los propietarios de tierras, representantes de las industrias agrícolas y de recursos, profesionales del derecho, organizaciones de defensa de los derechos, instituciones de investigación y diversos organismos gubernamentales estatales participan activamente en la evaluación del marco de compensación existente . Los debates sobre posibles mejoras del mismo todavía están en curso.
El Problema Visto En Base Al Caso De Zena Ronnfeldt
El campo de Zena Ronnfeldt está situado en la región de Western Downs (Queensland), entre las localidades de Dalby y Kogan. En los últimos años, ha observado un aumento de la humedad del suelo en algunas zonas de su campo. Los cambios eran tan drásticos que empezaron a aparecer balsas de agua en su campo cuando se producían fuertes lluvias.
Una y otra vez, el exceso de agua estaba convirtiendo el suelo en un lodazal oscuro, húmedo y viscoso. El terreno encharcado estaba provocando una pátina de algas, cuyos tonos verdes brillaban en contraste con la negrura del suelo cenagoso. Sin nutrientes, el nitrógeno se escapaba y las micorrizas morían en el suelo, y las máquinas agrícolas quedaban indefensas, empantanadas en el lodazal con profundas huellas excavadas en el terreno fangoso.
Aunque el centro Queensland Climate Change Center of Excellence predijo hace una década un aumento de las precipitaciones provocado por el cambio climático , los últimos datos muestran que, en el periodo comprendido entre 2013 y 2019, prevalecieron condiciones más secas de lo normal en amplias zonas de Queensland, incluida la región de Western Downs .
Por ello, Zena empezó a sospechar que los cambios en la humedad estaban causados en realidad por el hundimiento del suelo. También empezó a tener dificultades para conseguir que los cultivos se establecieran en el campo.
Excavamos canales de drenaje del agua a mediados de 2020 y, de nuevo, a finales de 2022, pero descubrimos que otras zonas del campo, incluso los propios canales, seguían hundiéndose de forma irregular, provocando más encharcamientos. En 2022 no pudimos cultivar en 120 hectáreas del campo y no pudimos controlar las maleza.
Así que empezó a investigar si el hundimiento del suelo estaba causado por la minería de extracción de gas de veta de carbón.
Sus sospechas resultaron ser fundadas. De hecho, se hicieron eco de ellas varios estudios e informes exhaustivos realizados en la región durante los últimos años.
Un estudio informó sobre los efectos negativos de la extracción de gas de veta de carbón en Queensland en el hundimiento del suelo, la gestión del agua producida y la agricultura en general . El informe de 2021 de la oficina Office of Groundwater Impact Assessment mostraba que cientos de metros de despresurización alrededor de los yacimientos de extracción de gas de veta de carbón cercanos al aluvión de Condamine habían provocado un hundimiento en la superficie del suelo de unos pocos centímetros . Un año después, otro informe de la misma oficina afirmaba que el hundimiento provocado por el CSG había aumentado de 100 mm a unos 120 mm en los últimos 18 meses, aproximadamente, en los yacimientos de gas cercanos al aluvión de Condamine .
Debido a ello, la actitud de las comunidades locales hacia el desarrollo de la industria CSG se ha ido polarizando con el paso del tiempo, con una creciente preocupación por el impacto del desarrollo de la extracción de gas de veta de carbón .
Al mismo tiempo, Zena realizaba una investigación de campo.
La forma más eficaz de confirmar el hundimiento del suelo es utilizar métodos de investigación instrumental sobre el terreno. Técnicas como los estudios taquimétricos ofrecen una gran precisión vertical y horizontal en la medición de puntos individuales y los estudios LIDAR avanzados pueden arrojar datos lo suficientemente precisos.
Sin embargo, para validar que el hundimiento del suelo lleva años produciéndose de esa manera, estas técnicas tendrían que haberse aplicado mucho antes. En su lugar, Zena planeó analizar el suelo.
Realizando análisis del suelo tanto en las zonas hundidas como en las zonas no afectadas de su campo, se podría comparar los cambios a lo largo del tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos siete años se ha aplicado fertilizante de manera uniforme. Este método de monitorización ayudaría a Zena a identificar las disparidades en el contenido de nutrientes derivadas del hundimiento del suelo.
Impulsada por la inquietud suscitada por unas pruebas similares realizadas por un agricultor local, Zena también quiso realizar pruebas adicionales de hidrocarburos y BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno, compuestos orgánicos volátiles que se encuentran en los productos derivados del petróleo). Estas pruebas pueden revelar una correlación entre las actividades mineras de CSG y la aparición de compuestos nocivos en el suelo.
Además, ha estado recopilando datos históricos como imágenes de satélite antiguas, fotos aéreas y fotografías de drones, para obtener información útil.
Buscando otras formas de mostrar que el drenaje de agua en mi campo había cambiado después de que empezaran los pozos de CSG, descubrí que la plataforma de monitorización de EOS Data Analytics tenía ‘ojos en el cielo’ que observaban los cambios de humedad del suelo durante el periodo de tiempo que yo necesitaba.
A petición de Zena, los científicos de EOSDA iniciaron una investigación propia para ver si el análisis de datos satelitales podía serle de ayuda.
Evaluación Del Hundimiento Del Suelo Mediante Teledetección
Aunque el análisis de datos satelitales ópticos no permite medir los efectos de la minería de gas de veta de carbón, sí puede proporcionar cierta información indirecta al respecto.
En algunos casos, el hundimiento del suelo (y la compresión del suelo causada por él) provoca un aumento de la humedad del suelo. Cuando el suelo se hunde, puede alterar los patrones naturales de drenaje y hacer que el agua se acumule en las zonas hundidas. Esto puede ser especialmente evidente tras las precipitaciones.
Para monitorizar los niveles de humedad del suelo mediante imágenes de satélite decidimos utilizar EOSDA Crop Monitoring, una plataforma en línea de agricultura de precisión basada en datos de satélite para la monitorización de campos. Entre otras características, esta plataforma permite estudiar la dinámica del índice NDMI. El Índice de Humedad de Diferencia Normalizada (NDMI) es una técnica de teledetección utilizada para evaluar el contenido de humedad de la vegetación y el estrés hídrico. Las zonas con valores del NDMI más elevados pueden indicar regiones de mayor humedad del suelo, potencialmente debido al hundimiento del mismo.
El vídeo anterior revela que cada año el suelo tarda más y más tiempo en drenar el agua, y esa es la razón por la que Zena se vio obligada a crear canales de drenaje para acelerar el proceso.
Para averiguar si estos mapas del índice NDMI revelan niveles anormales de humedad en el suelo, los científicos de la EOSDA tuvieron que compararlos con los patrones de drenaje anteriores.
Para ello, se utilizó un modelo digital de elevación disponible públicamente. Muestra que el relieve en la zona del campo de Zena tiende a inclinarse hacia el este y el noreste, formando un sistema existente de curso del agua que garantiza una salida del agua sin obstáculos. El modelo también revela que cualquier hundimiento de la superficie en la parte central del lado oeste del terreno puede dar lugar a la formación de una red de depresiones sin drenaje.
Comparando la dinámica del NDMI del campo con su modelo hidrológico, se observa ahora un cambio en la acumulación de humedad en las partes occidental y meridional del campo, causado por el hundimiento del suelo.
Demostrar que el hundimiento, en este caso concreto, es consecuencia del proceso de extracción de gas de veta de carbón en las cercanías está fuera del alcance de las posibilidades que ofrecen las herramientas de análisis de datos satelitales ópticos.
Al final, informamos a Zena de que indirectamente y, muy probablemente, la tecnología basada en el índice NDMI permite determinar el cambio en la dinámica de la humedad en el suelo, pero los datos satelitales pueden no ser suficientes para demostrar ante un tribunal que está causado por la minería de gas de veta de carbón cercana.
En el caso de la tecnología SAR, un informe de 2022 publicado por Geoscience Australia revela que fue utilizada para detectar hundimientos del suelo de hasta 100 mm en la cuenca de Surat, donde se encuentra el campo de Zena. Su relación con la extracción de gas de veta de carbón queda demostrada por el hecho de que en las zonas foco el movimiento del suelo es ampliamente negativo (es decir, que indican hundimiento), coincidiendo con los pozos de extracción de gas de veta de carbón .
Mientras tanto, Zena utilizó la herramienta OGIA LiDAR para recopilar más datos. LiDAR, siglas de Light Detection and Ranging, es otro método de teledetección que utiliza la luz en forma de láser pulsado para medir la distancia a la Tierra. En este caso, los datos LiDAR fueron recogidos por un avión que sobrevolaba la superficie a unos 2,5 km de altura. La herramienta proporciona una capa adicional de datos para resaltar las irregularidades del suelo que pueden atribuirse al hundimiento de éste.
La precisión del LiDAR con una resolución de 1×1 metros es de +/-70 mm o +/-50 mm con un nivel de confianza del 68%, pero los datos recogidos con esta herramienta tienen sus inconvenientes, sobre todo cuando se aplican a campos con mucha vegetación o húmedos, como los de Zena, donde los intrincados patrones de los lechos y surcos podrían causar una distorsión significativa de los datos. El alto nivel de vegetación o rastrojos también podría impedir que el haz LiDAR se reflejara con precisión en el suelo, lo que dificultaría aún más su utilidad.
A pesar de estas dificultades, Zena descubrió que los datos LiDAR podían desempeñar un papel importante a la hora de demostrar la existencia de hundimientos, pero sólo si se utilizaban junto con otros tipos de datos. La herramienta LiDAR por sí sola tendría dificultades para identificar con precisión las zonas de hundimiento en un campo cultivado debido a la lluvia, pero cuando se combina con los mapas NDMI y fotografías aéreas, comienza a formar una imagen más clara y creíble.
Cuando Para Cambiar El Mundo Hay Que Pensar Más Allá De Tu Propio Campo
Zena ha reunido abundante información que demuestra que el hundimiento del suelo en su campo es consecuencia directa de la cercana explotación de gas de veta de carbón, iniciada en noviembre de 2012. Su siguiente paso podría ser reclamar una indemnización por las pérdidas sufridas ante los tribunales.
Pero, como ya se ha dicho, los marcos de indemnización en su situación aún requieren un considerable perfeccionamiento para ser óptimos, si es que existen en su caso. Así pues, su visión va mucho más allá de su propia explotación.
Su búsqueda es un reflejo de una preocupación más amplia, compartida por la comunidad agrícola sobre el futuro de sus tierras y sus medios de subsistencia, y aspira a establecer un mecanismo legislativo a partir de su caso que permita a los agricultores solicitar indemnizaciones de forma sencilla.
Como agricultores, disfrutamos con lo que hacemos, y pensar que estamos alimentando y vistiendo a la gente es lo que nos hace seguir adelante en tiempos difíciles, como las sequías y las tormentas de granizo. Pero debemos dejar nuestras explotaciones en mejor estado que cuando las compramos, ya que es nuestra responsabilidad para con las generaciones futuras.
Como resultado intermedio a sus esfuerzos, Zena pudo aportar sus críticas a las conclusiones de la comisión GasFields Commission Queensland. En consecuencia, consiguió influir en la comisión para que admitiera en su informe final el riesgo de consecuencias negativas permanentes de la minería de CSG en las zonas cercanas.
Para el equipo de EOSDA, la trayectoria de Zena Ronnfeldt es un testimonio del poder de la acción individual frente a los retos del sistema. Es un recordatorio de que cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar para salvaguardar nuestro medioambiente y garantizar la sostenibilidad de nuestras prácticas agrícolas.
Estamos inmensamente orgullosos de que nuestra tecnología sea un catalizador de la agricultura sostenible, un testimonio de la ética de nuestra empresa. Agricultores como Zena, que utilizan tecnología como la nuestra para examinar sus campos y mejorar las normativas nacionales para cuidar mejor el suelo, nos inspiran enormemente. Su dedicación a la sostenibilidad da sentido a nuestro trabajo y alimenta nuestro compromiso con la innovación para mejorar nuestro planeta.
Cuando se trata del medioambiente, cada acción cuenta y cada voz importa.
Esta historia con impacto positivo ha sido creada siguiendo la visión de EOSDA de hacer de la tecnología espacial el motor global de la sostenibilidad en la Tierra. Si desea compartir una historia relacionada con esta idea y cree que nuestras soluciones pueden ayudar a desarrollarla, póngase en contacto con nosotros a través de pr@eosda.com.
Acerca del autor:
Maksym Sushchuk está al frente de materializar la visión de EOSDA de hacer de la tecnología espacial el motor global de la sostenibilidad. Tiene más de 15 años de experiencia en periodismo y creación de contenido para destacadas empresas emergentes ucranianas y negocios ESG. Como director y co-fundador de PR Army, Maksym muestra el coste humano y social de la agresión rusa contra Ucrania.
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