Del Chad Al Mundo Entero, Mapa A Mapa
En esta fascinante continuación de la historia del año pasado sobre cartografía participativa en el Chad y la contribución de EOSDA a este proyecto, nos adentramos en la labor transformadora de Hindou Oumarou Ibrahim, una visionaria a la vanguardia del activismo medioambiental y la justicia social. Sus proyectos cartográficos ofrecen una hoja de ruta para que las comunidades del Chad (y pronto de todo el mundo) puedan hacer frente a las complejidades del cambio climático.
En EOS Data Analytics, estamos convencidos de que la tecnología espacial puede impulsar la sostenibilidad mundial. Al poner de relieve el trabajo pionero de Hindou, pretendemos mostrar cómo innovadoras técnicas cartográficas pueden ofrecer información práctica que no sólo detenga la degradación medioambiental a nivel local, sino que también inspire iniciativas en todo el mundo.
Esta historia es el resultado de nuestra entrevista con Hindou Oumarou Ibrahim, que desvela su ambición a nivel global y cómo sus incansables esfuerzos están teniendo un impacto tangible contra el cambio climático en todo el mundo. Únase a nosotros para conocer el siguiente capítulo de este extraordinario viaje hacia un mundo más sostenible y justo, posible gracias a la moderna tecnología satelital.
Una Mujer, Cientos De Comunidades
El viaje de Hindou Oumarou Ibrahim hacia la cartografía participativa comenzó en Gabón, donde participó en un proyecto de cartografía 3D a pequeña escala que apenas abarcaba 25 kilómetros cuadrados. Reconociendo el poder único de los mapas para superar las barreras lingüísticas y culturales, los vio como herramientas dinámicas y universalmente comprensibles que podían hacer valer los derechos indígenas y gestionar las tierras con eficacia. Intuyendo el potencial de algo mayor, pensó: “Puedo hacer algo más grande que esto”.
Diez años después, encabezó un proyecto cartográfico en Baïbokoum (Chad) que duplicaba el tamaño del mapa original de Gabón . Con el tiempo, sus proyectos han crecido exponencialmente y algunos abarcan zonas 200 veces mayores que en su primer esfuerzo.
La escala de estos proyectos no es el único reto. En regiones como Mayo-Kebbi Est y el lago Chad hay cientos de comunidades, cada una con sus propias necesidades, expectativas e idiomas. El proceso de negociación es complejo y requiere traducciones a muchos idiomas para que todos entiendan lo mismo. A pesar de la diversidad lingüística, con decenas de lenguajes como mínimo, las comunidades consiguen organizarse. Tienen jefes que pueden hablar en su nombre, lo que facilita llegar a un consenso sobre mitigar los efectos del cambio climático, resolver conflictos sobre los recursos naturales y conservar el conocimiento tradicional .
Los mapas no son estáticos, van evolucionando. Empiezan siendo mapas físicos, impresos a gran escala, pero se digitalizan y actualizan con el tiempo. Esto permite preservar y ampliar los conocimientos de las comunidades, haciendo de estos mapas documentos vivos que se adaptan a las circunstancias cambiantes.
El gobierno del Chad ha apoyado estas iniciativas con gran interés. Cuando Hindou les informó de que utilizaría imágenes de satélite para cartografiar, se mostraron entusiasmados. Facilitan su trabajo informando a las autoridades locales de sus actividades y las autoridades nacionales asisten incluso a las ceremonias en las que las propias comunidades presentan los mapas terminados.
Los aspectos técnicos son igualmente impresionantes. Hindou colabora con científicos, técnicos y empresas como EOSDA, reconociendo los beneficios medioambientales y sociales de su trabajo . Por ejemplo, las imágenes de satélite que proporcionan y analizan los expertos en SIG de EOSDA se procesan e imprimen, a veces en tamaños de hasta cinco por cuatro metros cada una de ellas, antes de llevarlas a las comunidades para un proceso cartográfico que puede durar varias semanas.
Hindou es una de las mayores fuerzas impulsoras del progreso en África y de la lucha contra el cambio climático. Nuestro trabajo conjunto en la utilización de soluciones espaciales demuestra que avanzamos en la dirección correcta.
Todo empezó con un simple pensamiento en Gabón: “Puedo hacer algo más grande que esto”. Vaya si lo hizo.
Cómo Se Está Redibujando El Futuro De Bongor
Desde el inicio del proyecto de cartografía participativa en Bongor, la capital de la región chadiana de Mayo-Kebbi Est , se han producido notables avances que van más allá de la mera cartografía.
Tras la cartografía 2D inicial, el equipo digitalizó el mapa y volvió a las comunidades para establecer convenios. Se trata de acuerdos exhaustivos que constan de 20 artículos y tres capítulos, todos de mutuo acuerdo. El mapa se tradujo a dos idiomas: fulani, para la mayoría de las comunidades indígenas locales, y francés, para otras. Estos convenios sirven ahora de guía para las comunidades locales para gestionar y compartir eficazmente los recursos naturales.
Las comunidades no se limitaron a establecer convenios, sino que también tomaron medidas prácticas. Crearon corredores para los animales y delimitaron claramente las zonas agrícolas, mitigando así los conflictos por el uso de la tierra. Ahora, si surge una disputa, es mucho más fácil identificar quién tiene la culpa, gracias a la claridad que proporciona el mapa.
Los convenios también condujeron a la creación de una hoja de ruta para actividades futuras. Esto incluye ambiciosos planes, como actividades de reforestación, restauración de la biodiversidad perdida y proyectos de conservación del agua. El mapa sirve como punto de referencia, guiando a las comunidades en la toma de decisiones relacionadas con estas actividades.
Un mapa es un documento vivo, abierto a actualizaciones y cambios. No importa si se trata de la construcción de una nueva carretera o del crecimiento de un bosque, un mapa digital puede modificarse para reflejar estos cambios, lo que lo convierte en un recurso valioso de forma permanente.
Hoy, el proyecto Bongor no consiste sólo en trazar líneas sobre el papel, sino en redibujar el futuro de una comunidad. Sirviendo de modelo para el desarrollo sostenible y una vida armoniosa, demuestra que, cuando la tecnología se une a la sabiduría de las comunidades locales, un cambio transformador es posible.
Un Nuevo Capítulo Para Las Mujeres De Bongor
En una sociedad tradicionalmente dominada por los hombres, el proyecto de cartografía participativa en Mayo-Kebbi Est ha supuesto otro cambio transformador. Uno de los resultados más significativos ha sido la inclusión de las mujeres en el proceso de toma de decisiones, especialmente en la gestión de la tierra. Y este cambio es uno que ya está dando resultados prometedores.
En el pasado, los hombres gestionaban grandes extensiones de tierra de forma individual, actuando, a menudo, de forma aislada dentro de la tierra colectiva de la comunidad. Las mujeres, en cambio, se limitaban a la agricultura a pequeña escala, normalmente detrás de las casas. No tenían derecho a gestionar o poseer terrenos más grandes. Pero ahora, las mujeres de Bongor tienen derecho a gestionar parcelas importantes y lo hacen de forma diferente: de forma colectiva.
A diferencia de los hombres, que trabajan en solitario, las mujeres de Bongor se han unido para realizar cosechas colectivas. Ponen en común su experiencia y conocimientos, asegurándose de que nadie dañe la tierra y de que siga siendo productiva para las futuras generaciones. Este enfoque colectivo no sólo ha permitido mejorar la gestión de la tierra, sino también crear un valor añadido diferente.
Las mujeres se han organizado y han creado una oficina con presidenta, vicepresidenta y gerentes. Ahora están trabajando para conseguir triciclos, unos pequeños vehículos adaptados a su comunidad, que les ayuden a vender sus productos. Mientras que los hombres han vendido tradicionalmente sus productos de forma estacional y local, las mujeres quieren ampliar su alcance y acceder a mercados más lejanos.
Los nuevos derechos de las mujeres de Bongor y su enfoque colectivo en la gestión de la tierra están sentando un precedente, demostrando que cuando se empodera a las mujeres, las comunidades no solo sobreviven, sino que prosperan.
Gracias a estas nuevas oportunidades, las mujeres de Mayo-Kebbi Est no sólo quieren obtener ingresos económicos por sus esfuerzos, también quieren reinvertirlos en su prosperidad futura. Planean utilizar los ingresos adicionales para enviar a sus hijos a la escuela y cuidar de sus familias, construyendo así una comunidad más fuerte y resistente.
Lago Chad: Trazando Nuevas Rutas En La Cartografía Comunitaria
Tras el éxito obtenido en Bongor, Hindou Oumarou Ibrahim inició otro proyecto de cartografía participativa en los alrededores del lago Chad, una zona considerablemente más extensa que abarca más de 20 pueblos, 50 islas y 250 puntos de parada de nómadas. Esta vez, la escala es mayor, lo que está en juego es más importante y los retos son más complejos.
La vida en torno al lago Chad es un flujo constante de desplazamientos, especialmente para las comunidades nómadas que habitan la zona. A diferencia de los pueblos asentados, estos grupos nómadas establecen puntos de parada temporales alrededor de las aldeas. Estos puntos de parada son cruciales para su modo de vida y suelen estar situados cerca de servicios esenciales, como mercados, mezquitas y hospitales.
Cuando se trata de acontecimientos clave, como la muerte, las comunidades nómadas recurren a los cementerios de los pueblos cercanos. El lugar del entierro depende de su punto de parada actual, lo que subraya la conexión entre las comunidades nómadas y asentadas. La educación de los niños nómadas es una cuestión más compleja. Aunque hay escuelas especializadas diseñadas para atender a su estilo de vida móvil, la mayoría de los niños nómadas no asisten a la escuela, lo que hace de ésta un problema crítico para su desarrollo futuro.
De ahí la necesidad de cartografiar este ecosistema único, junto con todas las zonas que las comunidades locales frecuentan y para las que tienen planes.
El propio proceso cartográfico es una mezcla de tecnología y sabiduría local. Las imágenes de satélite obtenidas con EOSDA LandViewer, una herramienta que permite buscar, visualizar y procesar datos satelitales en tiempo casi real, sirven de base, pero sólo cuentan una parte de la historia. Las comunidades añaden a estas imágenes su incalculable conocimiento local, identificando desde lagos estacionales hasta mercados semanales. El resultado es un mapa rico en datos, que capta la naturaleza dinámica de la región.
El lago Chad también ha sido lugar de conflictos por los recursos naturales . El mapa servirá de mediador imparcial, ayudando a las comunidades a identificar y resolver estos conflictos. Por ejemplo, se espera que ayude a reabrir corredores para los pastores, que, a menudo, ven sus rutas bloqueadas por terratenientes individuales. El objetivo es crear convenciones similares a las de Bongor para facilitar la coexistencia pacífica y el reparto de recursos.
Con el mapa como referencia, también resulta más fácil para las autoridades mediar y resolver conflictos, lo que garantiza que el impacto del proyecto vaya más allá de las comunidades para influir en la política y el gobierno .
Al trazar este mapa, las comunidades locales en torno al lago Chad trazan un rumbo hacia el desarrollo sostenible, la resolución pacífica y rápida de los conflictos y la resiliencia comunitaria.
Las Tierras Olvidadas También Serán Cartografiadas
Cuando Hindou Oumarou Ibrahim mira hacia el futuro, sus ojos están puestos en un nuevo proyecto cartográfico en la región de Chari Baguirmi, situada en el corazón del Chad. Esta zona, situada al sur de Boussou, cerca del río Chari, es una región sin salida al mar, repleta de recursos naturales sin explotar. Sin embargo, también es un lugar marcado por los conflictos y muy olvidado en términos de desarrollo.
La lucha de las comunidades locales es palpable. En el mundo actual del siglo XXI, las mujeres de esta zona siguen careciendo de ropa adecuada, vistiendo sólo las prendas más básicas. Muchos residentes ni siquiera poseen certificados de nacimiento, y viven y mueren sin llegar a ser ciudadanos de ningún país. Son personas que se han quedado atrás en casi todos los sentidos: social, económico e, incluso, existencial.
Pero Hindou ve potencial en medio de estos retos. Estas comunidades son las más vulnerables, sin acceso a necesidades básicas, como la educación y la sanidad, y mucho menos a soluciones contra el cambio climático. Sin embargo, son guardianes de ricos recursos naturales y su gestión sostenible podría ser clave para resolver conflictos y fomentar el desarrollo.
El nuevo proyecto de cartografía pretende cambiar esta situación. Trabajando en estrecha colaboración con estas comunidades, Hindou planea crear otro mapa participativo que podría servir de catalizador para un desarrollo sostenible y la resolución de conflictos.
La región de Chari Baguirmi presenta una serie de retos únicos, entre los que destaca su relativa impenetrabilidad. A diferencia del lago Chad o de Bongor, esta región carece de datos que puedan obtenerse fácilmente, lo que dificulta aún más el proceso cartográfico. Pero, es precisamente esta falta de información lo que hace que el proyecto sea tan crucial. El mapa de esta zona podría convertirse en el documento fundacional que ayude a integrar a estas comunidades olvidadas en los planes nacionales de desarrollo y en los esfuerzos globales de sostenibilidad.
En definitiva, el próximo proyecto de Hindou es una misión para dar visibilidad y voz a los que no la tienen. Se trata de reconocer que todas las comunidades, por remotas o subdesarrolladas que sean, tienen un papel que desempeñar en nuestro futuro colectivo.
Cómo La Cartografía Participativa Puede Seguir Cambiando El Mundo
La visión de Hindou Oumarou Ibrahim va mucho más allá de las comunidades locales con las que trabaja. Sus proyectos de cartografía participativa son la piedra angular de las negociaciones internacionales sobre el cambio climático. Al combinar conocimientos tradicionales con la ciencia y la tecnología modernas, estos mapas ofrecen ejemplos concretos de cómo las comunidades indígenas pueden contribuir a la resistencia y la adaptación frente al cambio climático. Esto ha llevado al reconocimiento de los conocimientos indígenas en acuerdos internacionales, como el artículo 7.5 del Acuerdo de París .
Pero las ambiciones de Hindou no se detienen en la adaptación; también abarcan los esfuerzos de mitigación.
Las comunidades indígenas no se limitan a adaptarse al cambio climático, sino que luchan activamente contra él. Mediante la restauración de los ecosistemas, la protección de los bosques y la conservación de los pastos, estas comunidades están mitigando los efectos del cambio climático, reduciendo los gases de efecto invernadero.
Este enfoque dual no sólo aumenta la resiliencia, sino que también ofrece una vía de acceso al mercado del carbono, proporcionando a las comunidades indígenas incentivos financieros por sus esfuerzos medioambientales .
Viendo el transformador trabajo de Hindou sobre el terreno, es increíblemente reconfortante saber que la tecnología espacial está contribuyendo activamente al desarrollo sostenible y a la justicia social. Sus esfuerzos son el vivo ejemplo de cómo la innovación puede empoderar a las comunidades indígenas para luchar contra el cambio climático y mejorar los derechos de las mujeres dentro de esas comunidades.
La visión de Hindou no se limita al Chad, ni siquiera a África. Sus próximos planes para ampliar estos proyectos participativos incluyen países como Níger, Burkina Faso y Malí. Además, está en conversaciones con colaboradores de otros continentes, con el objetivo de adaptar estos proyectos cartográficos a diversas comunidades indígenas de todo el mundo. Esta expansión global no sólo consiste en cartografiar nuevos territorios, sino también en compartir conocimientos, ya que la información recopilada por una comunidad puede guardarse y compartirse con otra, creando una red de sabiduría indígena compartida que puede ayudar a múltiples comunidades a sobrevivir y prosperar.
Esta visión global también incluye un sistema de apoyo polifacético. Desde asistencia tecnológica hasta recursos financieros y respaldo político, Hindou cree que la ayuda puede venir de varios sitios. Ya sea proporcionando la tecnología necesaria para elaborar mapas, ofreciendo recursos financieros para movilizar a las comunidades o prestando apoyo político para el reconocimiento de derechos, todos tenemos un papel que desempeñar.
Hindou Oumarou Ibrahim considera que la cartografía participativa es una herramienta con efectos de largo alcance. Tiene que ver con los derechos locales sobre la tierra y el desarrollo comunitario, con la acción climática mundial y con el intercambio de conocimientos. Con sus esfuerzos, Hindou pretende demostrar que las comunidades indígenas no son meras víctimas del cambio climático, sino parte a integrar en la solución.
Esta historia de impacto ha sido creada siguiendo la visión de EOSDA de hacer de la tecnología espacial el motor global de la sostenibilidad en la Tierra. Si desea compartir una historia relacionada con esta idea y cree que nuestras soluciones pueden ayudar a desarrollarla, póngase en contacto con nosotros a través de pr@eosda.com.
Acerca del autor:
Maksym Sushchuk está al frente de materializar la visión de EOSDA de hacer de la tecnología espacial el motor global de la sostenibilidad. Tiene más de 15 años de experiencia en periodismo y creación de contenido para destacadas empresas emergentes ucranianas y negocios ESG. Como director y co-fundador de PR Army, Maksym muestra el coste humano y social de la agresión rusa contra Ucrania.
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