Uso de soluciones satelitales para la siembra
El 28 de febrero de 2023, EOS Data Analytics, proveedor mundial de análisis de imágenes de satélite impulsados mediante IA, celebró un seminario web en ucraniano dedicado al uso de soluciones satelitales para preparar la temporada de siembra en Ucrania.
El seminario web se centró en los problemas y retos a los que se enfrentan los agricultores en 2023, así como en las características y ventajas de las soluciones tecnológicas de EOSDA, que pueden ser útiles antes de la temporada de siembra. Los asistentes también aprendieron sobre el cultivo del suelo, sus propiedades tecnológicas y los parámetros para evaluar su estado, así como casos de uso prácticos de la plataforma EOSDA Crop Monitoring.
Para ver la presentación (en ucraniano), haga clic en este enlace.
A este seminario web asistieron representantes de explotaciones agrícolas, consultores agrícolas, agrónomos y agricultores, así como distribuidores de semillas, fertilizantes, maquinaria agrícola y productos fitosanitarios.
Vitalii Vyshniak, director de desarrollo empresarial de EOS Data Analytics, y Vasyl Cherlinka, edafólogo en EOS Data Analytics, fueron los ponentes.
Al hablar de los preparativos para la temporada de siembra en Ucrania, debemos comprender la realidad de la situación en la que se está produciendo. La invasión a gran escala de Rusia ha causado una serie de problemas al sector agrícola que, según las previsiones, provocarán una reducción forzosa del uso de fertilizantes en particular y, como consecuencia, un descenso del rendimiento en general la siguiente temporada. Los agricultores ucranianos también sufren pérdidas por el aumento de los costes logísticos y los bajos precios del grano. Por eso es más importante que nunca realizar la campaña de siembra de la forma más eficiente posible.
Para que la campaña de siembra tenga éxito, es necesario prestar atención a la rotación de cultivos y al sistema de fertilización, pero la tarea más importante será la preparación de calidad del suelo, que incluye el aflojamiento de la capa superficial de la tierra, la incorporación de los residuos de postcosecha y los fertilizantes, y la lucha contra la maleza y las plagas. Para ello, existen diversos sistemas de labranza, cada uno con sus propias ventajas e inconvenientes, pero todos ellos requieren ante todo el conocimiento de los parámetros tecnológicos del suelo, entre ellos su cohesión, plasticidad y pegajosidad, cuyos valores óptimos se resumen en el término “madurez física del suelo”.
En primavera, la labranza tiene dos etapas: a principios de primavera y antes de la siembra. En la primera etapa se toman medidas para preservar la humedad (rastrillado y arado), y en la segunda se añade el cultivado o la laminación, de acuerdo con el mapa tecnológico de cultivo. Cada cultivo tiene sus propios requisitos de tiempo, condiciones meteorológicas y profundidad de labranza, según los cuales deben llevarse a cabo las actividades previas a la siembra.
En estos procesos, las soluciones por satélite pueden ayudar a evaluar las condiciones del campo y a preparar la labranza de primavera. La tecnología adecuada permite monitorizar la vegetación, evaluar el estado de los cultivos, detectar maleza, plagas y enfermedades, e, incluso, predecir el rendimiento. Estas funciones son especialmente útiles cuando se trata de aplicar métodos de agricultura de precisión, que aumentan el potencial de la producción agrícola.
El conjunto de herramientas de EOSDA Crop Monitoring se basa en la metodología de medición de la radiación luminosa reflejada en diferentes rangos espectrales por las plantas y el suelo. A partir de estos datos, se pueden calcular diversos índices de vegetación, que ofrecen amplias posibilidades para determinar los indicadores cualitativos y cuantitativos del suelo y las plantas.
Entre otras cosas, EOSDA Crop Monitoring puede utilizarse para determinar las reservas de humedad y calcular el momento de madurez física del suelo, por ejemplo, para elegir el mejor momento para iniciar el cultivo a principios de primavera. Los datos meteorológicos también pueden proporcionar información adicional para este fin, incluyendo tanto datos históricos desde 1979 como la previsión para los próximos 14 días.
Al visualizar los campos y su productividad, es posible evaluar a distancia la dinámica de indicadores como la temperatura y la humedad del suelo, y determinar así las mejores épocas de siembra sin necesidad de desplazarse al campo.
EOSDA Crop Monitoring también permite monitorizar casi 25 índices de vegetación diferentes. El más popular de ellos, el índice NDVI, es un indicador de la salud de las plantas basado en la capacidad de éstas para reflejar y absorber ondas luminosas de diferentes longitudes. Con este indicador, los especialistas agrícolas pueden controlar el desarrollo y la dinámica de los cultivos, lo que en primavera es importante para evaluar el estado de los cultivos de invierno y realizar ajustes en las dosis previstas de fertilizantes.
Además, EOSDA Crop Monitoring ayuda a optimizar la siembra y las dosis de fertilizantes. Si existe una gran variación en las condiciones del suelo en el campo, será necesario optimizar las cantidades de semillas y fertilizantes para igualar el rendimiento en toda la superficie.
La siembra y fertilización basadas en series promedio de mapas de índices de vegetación, de datos de suelo y de relieve, procesados y analizados matemáticamente, crean oportunidades para aumentar el rendimiento y los beneficios económicos en un 10% de media.
En última instancia, una temporada de siembra fructífera no sólo requiere datos, sino también un trabajo eficaz sobre el terreno. EOSDA Crop Monitoring incluye una app móvil que permite a los agricultores no solo trabajar con datos sobre la marcha o en ausencia de conexión a Internet, sino también asignar tareas a los ojeadores y controlar su ejecución.
En la última parte del seminario, los ponentes mostraron ejemplos prácticos de cómo pueden utilizarse los datos de teledetección de EOSDA. Por ejemplo, se utilizaron datos de satélite para modelizar un mapa del suelo, controlar la erosión hídrica y determinar el momento óptimo para la labranza, basándose en información sobre la humedad del suelo y la temperatura del aire en el campo.